Es una herramienta
desarrollada por Charles Peirce en los años 1880, siendo sin embargo más
popular el formato que Ludwig Wittgenstein desarrolló en su Tractatus
logico-philosophicus, publicado en 1921.
Se emplean en lógica para
determinar los posibles valores de verdad de una expresión o proposición
molecular. O si un esquema de inferencia, como argumento, es formalmente válido
mostrando que, efectivamente, es una tautología.
Considerando dos
proposiciones A y B, cada una como un todo (sea como proposición atómica o
molecular) y asimismo cada una con sus dos posibles valores de verdad V
(Verdadero) y F (Falso), y considerando su relación "$" como variable
de cualquier relación sintáctica posible que defina una función de verdad,
podrían suceder los casos siguientes:
NOTA: Las proposiciones
A, B, C,.... mayúsculas simbolizan cualquier proposición, atómica o molecular,
por lo que propiamente son expresiones metalingüísticas respecto al lenguaje
objeto de la lógica proposicional, generalmente simbolizadas con minúsculas p,
q, r, s... como proposiciones atómicas.
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